“MUCHOS ACONTECIMIENTOS QUE ESTAN ESCRITOS VAN A SUCEDER…”
Apocalipsis según San Juan capítulo del 12 al 22
Procesión Viernes Santo 2008
Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguely sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; Pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Apocalipsis 12, 7-9
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Apocalipsis 20,14-15
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Apocalipsis 21.1-3
Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.
Apocalipsis 22, 1
DETALLE Y REFLEXION DEL ADORNO
Con el mensaje: “Muchos acontecimientos que están escritos van a suceder…” se inicia el adorno procesional tomado del libro del Apocalipsis según San Juan, representando en todo el conjunto diferentes visiones que el Apóstol narra.
Da inicio con el dragón de siete cabezas el cual ha sido vencido por el Arcángel San Miguel, dragón que fue arrojado junto a sus Ángeles a la tierra, y es aquel que engaña al mundo entero y que se le conoce como diablo o Satanás. Seguidamente la muerte en posición de adoración a Cristo como símbolo del triunfo de la vida sobre la muerte, muerte que podremos evitar al ser inscritos en el libro de la vida, siguiendo a Jesús quien ya ha muerto y resucitado por nosotros para que seamos salvos y tengamos vida eterna.
Posteriormente en los laterales se lee el mensaje de la dulzura de Jesús hacia nosotros “Mi amor por ti es grande y quiero que seas parte de la Nueva Jerusalén”, el cual a su vez nos invita a reflexionar ya que por el amor que el nos tiene nos invita a ser parte de la Nueva Jerusalén. Se aprecia entonces sobre un conjunto colonial antigueño la Milagrosa y Consagrada Imagen de Jesús Sepultado en medio de un diseño arquitectónico entre ruinas como representación de la llamada Jerusalén de América La Antigua Guatemala, lugar que tiene la dicha y la honra de contar con tan venerada Imagen a la que podemos apreciar recorriendo las calles, impartiendo su bendición a todos nosotros en esta época.
Representando a la tierra prometida la Nueva Jerusalén, se muestra la ciudad con las doce puertas y los doce Ángeles que custodian dicha ciudad con características transparentes, transparencia que a su vez refleja el Alma y como DIOS nos tiene destinados a nosotros ese lugar, un lugar en donde reina la pureza y la grandeza de él mismo. A su vez agua que representa el río limpio de agua de vida que brota cristalino y que sale del trono de Dios. En su conjunto simboliza un lugar Santo que El tiene destinado para nosotros. ¿Seremos cada uno de nosotros realmente merecedores de tan inmaculado lugar?
Dos almas que representan que han ganado la indulgencia por medio del purgatorio y se disponen a vivir en la ciudad santa de la Nueva Jerusalén las cuales de forma transparente como símbolo de pureza vivirán para la eternidad. Y cada uno de nosotros tenemos esa oportunidad cuando se nos invita a arrepentirnos de corazón y a vivir la Santidad que Dios nos pone en su ejemplo de vida. Complementa un arco como símbolo de la resurrección de Jesucristo representado por el ángel con el pendón de resurrección. Cerrando el conjunto procesional un ángel que porta el mensaje “Si crees en mí, sígueme” exhortando a la congregación católica a creer en la palabra de Jesucristo, seguir su ejemplo y seguirlo a él, porque sólo él podrá conducirnos a la vida eterna.
“Dice el que da testimonio de todo esto: "Sí, vengo pronto." ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!, “Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. ¡Amén!” Apocalipsis 22, 20-21